Después de dos años consecutivos de contracción regional, América Latina y el Caribe experimentará un crecimiento del 1,3% en 2017.
En el informe anual “Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2016”, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) llama a dinamizar y estimular la inversión público-privada, con el fin de incrementar el crecimiento y enfrentar las crecientes incertidumbres del escenario internacional.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, dijo que la economía promedio de América Latina y el Caribe volverá a crecer a escala regional, pero de manera moderada. Su recuperación será lenta mientras persistan las incertidumbres en el contexto económico, en particular las tendencias proteccionistas observadas recientemente.
Según el informe de Naciones Unidas, la región llegará a finales de 2016 con una contracción del 1,1%. América del Sur será la subregión más afectada, con una caída del -2,4%, el Caribe con un -1,7% y Centroamérica registrando un crecimiento positivo del 3,6%.
La tasa de desempleo tiende a aumentar y podría llegar al 9% en 2016. La inflación es otra variable con diferente comportamiento en las distintas subregiones: en América del Sur, la inflación pasó del 9,2% en 2015 al 10,9% en 2016, mientras que las economías de Centroamérica y México comenzaron a registrar una inflación del 2,5% en 2015 y del 3,4% en 2016.
Se espera un aumento de la demanda externa, dado el mayor crecimiento global (2,7 en 2017 vs 2,2% en 2016) y el mayor dinamismo del comercio mundial. Los precios de las materias primas también serán positivos para Sudamérica.
En cuanto a las proyecciones de crecimiento para 2017, se espera que América del Sur incremente su PIB un 0,9%, el Caribe un 1,3% y Centroamérica un 3,7%.

Sin embargo, cabe resaltar la incertidumbre en el contexto internacional respecto de la posible revisión de acuerdos de libre comercio y políticas migratorias más restrictivas.
Ante esta situación, la CEPAL recomienda a los países de América Latina y el Caribe seguir fomentando la inversión a través de políticas económicas contracíclicas, con aumentos de la productividad, medidas fiscales activas y ajustes inteligentes. La organización recomienda también reducir la evasión y el fraude fiscal, que constituyen el 6,7% del PIB regional, un mayor control del gasto público, una revisión de la estructura de subvenciones e incentivos y una reorientación hacia la promoción de las inversiones.